La banca española está se está planteando expandir la cantidad de clientes a los que cobrar por tener su dinero en depósitos. Esta idea no es la primera vez que se pone sobre la mesa, pero nunca antes se había propuesto tan seriamente.

La razón por la que llegamos a este punto tiene un culpable: Banco Central Europeo. El banco central de la eurozona, gracias a su política monetaria ultralaxa, ha inundado de dinero el mercado bancario, echando por los suelos los tipos de interés y, con ellos, los márgenes de las entidades bancarias. Además de estas bajadas de tipos, cabe remarcar que la facilidad de depósito está al -0.4%, es decir, por el excedente de liquidez que los bancos depositan en el BCE pagan el 0.4%.

Asimismo, aunque hay menos entidades y una irrupción significativa de los neobanks (apps bancarias 100% digitales), compiten mucho más por conseguir clientes, factor que también reduce los márgenes.

Por todo ello, se plantea expandir el cobro por los depósitos aunque no se aplicaría a todos los clientes. En nuestro país, ya se cobra a instituciones de inversión con gran liquidez y obligación de depósito. Ahora, se está pensando en aplicarlo a las empresas, sobre todo grandes, que están obligadas a tener en depósitos los picos de tesorería.

En principio, la noticia no nos debería alarmar ya que otros países de la Unión Europea ya lo practican, como es el caso de Bélgica, Alemania o Países Bajos. Pero ¿Qué impide que dentro de pocos años se aplique a todos los clientes españoles?